martes, 06 de octubre de 2009
María Luisa Saldaña, joven almeriense de 22 años, profesa sus votos
La comunidad de Religiosas Concepcionistas Franciscanas de Almería vive este miércoles, 7 de octubre, la profesión de los votos temporales de María Luisa Saldaña Rodríguez, que presidirá Monseñor González Montes, Obispo de Almería, a las 18:00h en la iglesia del convento de “Las Puras”. Esta joven almeriense de 22 años, ingresó en la orden hace tres. Concretamente el 12 de septiembre de 2006, coincidiendo con la festividad de la Virgen María. Según la futura religiosa, “elegí este día porque significaba mucho para mí”. Una vez emitida la profesión, la neoprofesa recibirá de manos de la Abadesa el manto azul, el velo negro, el libro de la Regla de la Orden y la medalla de la Inmaculada, como signos de su consagración a Cristo.
Conoció a las hermanas del convento a través de un amigo con el que iba todas las tardes a la misa vespertina de la Catedral. Al finalizar la Eucaristía, ambos visitaban a las monjas de clausura; algo que despertó su vocación. Además de este acercamiento, “lo que verdaderamente me impulsó a dar este paso fue el testimonio de mi hermano pequeño, Juan José, cuando ingresó en el Seminario Menor de Almería y la experiencia que viví en la comunidades neocatecumenales”, declara la postulanta.
Siendo la mayor de tres hermanos, estudió en el Instituto de la colonia de Los Ángeles. Allí cursó la E.S.O. y los primeros cursos de bachillerato, mientras poco a poco iba madurando la llamada de Dios. En la actualidad está concluyendo el bachiller dentro del convento, combinándolo con los estudios de música, la formación en el carisma de la congregación, cursos bíblicos y de Catecismo, además de la formación en las distintas disciplinas de humanidades –filosofía y psicología, entre otras- que recibe una vez al mes en Mairena de Aljarafe (Sevilla), junto a otras novicias de toda España.
En esta nueva etapa de su vida, declara que “mi único deseo es que el Señor me mantenga la ilusión y la alegría que vivo en este momento, porque aunque algunos piensen que pierdo mi libertad, en realidad es ahora cuando verdaderamente soy libre; muchas personas son esclavas en su día a día sin ser conscientes de ello”. Mantiene que “las dificultades que una chica tiene a la hora de dar este paso son el materialismo y el utilitarismo del que adolece la sociedad hoy día, además de la incomprensión de la propia familia”. Aunque este último obstáculo no fue el que tuvo que sortear. Según ella, “mi madre me apoyó en todo momento y está muy feliz del camino que he elegido”.
