agosto 28, 2010

MONASTERIO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN - Torrijos


Madres Concepcionistas
Torrijos (Toledo) - España -

Fundación
Monasterio y vocación
Clausura
Oración y Eucaristía
Carisma
Teresa Enríquez
Santa Beatriz de Silva


El año 1496, la Sierva de Dios Teresa Enríquez, llamada “Loca del Sacramento”, por su acendrado amor a la Eucaristía, trajo a Torrijos tres Beatas de la Villa de Ocaña. Se daba ese apelativo a grupos de mujeres, jóvenes o no, que sin ser religiosas vivían en recogimiento y vida común dedicadas a la oración, pero sin votos).
A estas se unieron otras tres monjas que consiguió Teresa del Monasterio de la Concepción de Toledo; pues por su trato con la reina Isabel de quien era dama de honor, conocía la Orden fundada por Santa Beatriz a la que conoció y trató en vida, enamorada como ella del hermoso carisma inmaculista y amor eucarístico.
Para Abadesa vino la M. María de Calderón, discípula de Santa Beatriz, siendo por ello considerado tradicionalmente este monasterio de Torrijos por el segundo de la Orden, primero de filiación directa del de Toledo. Dª Teresa les hizo casa junto a la iglesia de Santa Catalina V. y M., y el 8 de Mayo del año 1497 tomaron el hábito de las concepcionistas las que aún no lo tenían, ajustando su forma de vivir según los Estatutos del monasterio de Toledo, fundado por Santa Beatriz.
Muy pronto afluyeron tantas vocaciones que el lugar se les hacía estrecho, además de ser insalubre por falta de agua.
Tenía Teresa un viejo palacio que había comprado para su hijo Alonso, joven de muy buenas cualidades que tuvo un grave accidente en la boda del príncipe D. Juan, hijo de los reyes Católicos cuando en Burgos celebraban alegremente el acontecimiento y el joven con otros montando un brioso corcel este se encabritó y cayendo hacia atrás aplastó con la silla a su jinete.
La madre sufrió con la mayor resignación este golpe, y, cuando ya fallecido su esposo se retiró ella a Torrijos, pensó que no podía hacer cosa mejor que dedicarlo a monasterio para que las hijas de Santa Beatriz alabasen a Dios cantando sus alabanzas en vida contemplativa de oración y sacrificio por toda la humanidad.
Este estaba muy bien acondicionado con huerta y agua y capacidad para lo menos 50 monjas número que llegaron a reunir. Bien adaptado para monasterio solicitó del Papa Julio II la erección canónica y la concedió por Bula especial con fecha 11 de julio de 1507 en la que además de erigir canónicamente el monasterio, igual en todo al de Toledo, «concede a Doña Teresa la facultad de poder entrar y comer y dormir cuantas veces quiera y vestir el escapulario blanco de la Virgen María pintada en él por la devoción que a la Virgen tiene». Las pone bajo el cuidado del Arzobispo de Toledo como hasta entonces, pero desde ese momento también «las faculta para la visita y corrección de los prelados cualesquiera que fuesen, tomando ejemplaridad de la sumisión a la que se pliegan la abadesa y las monjas del monasterio toledano».

Sin embargo, aunque en él se observaba entonces la Regla de Santa Clara, esta nunca se observó en Torrijos, no obstante que dieron la obediencia al Provincial de los franciscanos que residía en S. Juan de los Reyes. Lamentamos la pérdida de 10 Bulas pontificias auténticas, que hasta 1936 se conservaban en el archivo de Torrijos, las que sin duda nos habrían revelado el porqué de este y otros detalles interesantes referentes no sólo a este monasterio, sino también al de Toledo, cuna de la Orden. Doña Teresa Enríquez, mucho debía saber sobre Santa Beatriz y sus hijas, siendo como era tan intima de Isabel la Católica y teniendo por confesor al mismo P. Juan de Tolosa. De su amor a la Orden Concepcionista nos consta, y como prueba están las cuatro fundaciones que directamente realizó, además de contribuir generosamente para otras.
De este de Torrijos salieron siete fundaciones y refuerzo para dos, el de Maqueda, ya extinguido y el de Corral de Almaguer. Las fundaciones son las siguientes: 1509, en Usagre, ya extinguido. 1512, Madrid, «La Latina», fueron tres religiosas con otras tres de Toledo. 1514, Almería, A este fueron 10 monjas y entre ella la célebre M. María de San Juan con fama de santidad. Es nombrada en el antiguo Martirologio franciscano. 1522, La Puebla de Montalbán, siete religiosas cuyos nombres coinciden con los de las primeras concepcionistas de Torrijos y por Abadesa también la misma Vble. M. Mana de Calderón.. 1532, Guadalajara, cinco religiosas. 1557, Peñaranda de Duero, siete. Entre ellas tres nietas de Dª Teresa y una de ellas la Abadesa. Fundación de su familia. Y el de Berlanga de Duero para el que fueron cinco. En todas las épocas, aún en las de decadencia, ha habido de Torrijos, almas y algunas con el carisma de los milagros. resplandeciendo de modo especial el espíritu de pobreza, eucarístico y mariano.
En 1936 la comunidad se vio obligada a salir, sufriendo no poco en cárceles y refugios. Todas volvieron, y en 1941 se restableció y fue engrosándose con un nutrido grupo de vocaciones jóvenes. El edificio no se pudo sostener y hubo al fin que abandonarlo en 1970, pasando cuatro años y medio con nuestras Hermanas de La Puebla de Montalbán, teniendo la alegría de conmemorar juntas en 1972, el 450 aniversario de la fundación de aquel monasterio con monjas de este de Torrijos.


Por fin, el 9 de junio de 1974, fiesta de la Stma. Trinidad, se celebró la primera Misa en este nuevo monasterio extramuros (en pocos años se ha visto extender la población hasta nuestro santo retiro), era el 25 de mayo de 1975, Año Santo y fiesta también de la Stma. Trinidad, o inauguró solemnemente y consagró el Altar el Emmo. Sr. Cardenal Primado D. Marcelo González Martín. En el Altar se colocaron las reliquias de San Justino Mártir y San Tito Obispo Compañero de San Pablo.

Especial mención merece el traslado del cuerpo entero de la que ya podemos llamar con toda propiedad Sierva de Dios Teresa Enríquez fundadora de este monasterio concepcionista de Torrijos, que si bien como todas las obras humanas y materiales tienen su fin, no lo ha tenido su comunidad que hasta el presente la ha venerado como fundadora y cultivado el espíritu eucarístico e inmaculista que heredó de ella, alma gemela de nuestra Madre Santa Beatriz.
Cuerpo incorrupto de la Sierva de Dios Teresa EnríqueaAhora, El cuerpo inerte, pero entero por gracia de Dios descansa en la sacristía de esta recogida y bonita iglesia recostada pared por medio del sagrario de sus amores que a cuantos se acercan a contemplar tan apreciable reliquia parece decirles. Ahí está Jesús el AMOR de los amores, tan poco amado de sus hijos. por los que Él entregó hasta la última gota de su sangre en el ara de la cruz y renueva incruentamente día a día en el altar. Damos muchas gracias a Dios porque nos ha concedido ver lo que tantas concepcionistas y Torrijeños anhelaron siglo tras siglo: La solemne Introducción del Proceso Diocesano de Beatificación y canonización, celebrado el día 13 de Abril del 2001. Habiendo precedido el Nihil Obstad de despachado el 5 de Febrero del 2002 y por fin la el acto solemne de clausura del mismo Proceso el 30 de noviembre del 2002 y su introducción en la Congregación" para las Causas de los Santos, en Roma. El día 12 de diciembre de 2002, festividad de Ntra. Sra. de Guadalupe, el Rvdo. P. José Luis Cepero, Postulador – llevó personalmente a Roma las cajas con toda la documentación del Proceso Diocesano; siendo aprobado por los Emmos. Sres. Cardenales en el primer Consistorio celebrado poco después del fallecimiento del Santo Padre Juan Pablo II. Abril de 2005. Actualmente está terminada la Positio a falta de someterla al estudio de un Historiador.
Se ha retrasado un poco más por el fallecimiento o cese de varios Relatores entre ellos el que estaba nombrado para la Causa de la Sierva de Dios Teresa Enríquez. Ahora está Está a punto de ser nombrado el nuevo Relator.

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MONASTERIO Y VOCACIÓN

¿Qué es un monasterio?

— Un monasterio es una casa consagrada para que se viva en común la alabanza de Dios.
— Es una escuela para la Santidad, un taller donde, el alma que aspira a la santidad se irá forjando, tallando, puliendo, pintando y dorando... Es un jardín donde se cultivan las flores de las virtudes, se abonan, se escardan, se podan..., hay sin duda dolor, pero más paz, más alegría, más plenitud, en el amor. Es una manera de seguir a Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios y de MARIA INMACULADA, en soledad y contemplación. Porque el Monasterio es un lugar apto para la meditación, la escucha de la palabra de Dios, la práctica de la caridad en la convivencia, en el trabajo, en el silencio..., donde el alma bien dispuesta disfruta de la verdadera paz y se ofrece a Dios orando -con todo lo que es y con todo lo que hace- por toda la humanidad.
A un Monasterio concepcionista se va porque allí se respira a Jesús, se vive del Sagrario, se ora, se trabaja, se sufre y se goza bajo la mirada de María junto a unas Hermanas que como cualquiera, tuvieron cariños y lazos que romper porque le retenían en el camino.
¿Y si alguien se hiciese monja por otras miras, como tener asegurado un trabajo, un porvenir?
— Esa no sería vocación, eso sería intromisión, no es lícito, ni se la podría admitir.
— Cuando Dios llama exige sacrificio de todo lo que le puede impedir caminar con Él en la soledad, en la vida de intimidad, de oración, de darse, porque la vocación es un darse a Dios y a los demás, no reservarse nada para sí.
Esto no quiere decir que tenga que saberlo todo sobre su vocación, eso irá descubriéndolo poco a poco, pero su decisión de entrega a Dios que cree de buena fe está ahí, es suficiente, incluso aunque sintiera repugnancia en su naturaleza.
Jesús, antes de ir a su Pasión pasó por la agonía de Gethsemaní.
Puedes decir con verdad: He sentido una llamada en mi corazón, creo que es Él. Respondo y le abro dispuesta a todo lo que me pueda pedir, cierro los ojos sin querer saber nada más porque me fío de Él. Esto es vocación.
vocaciónJesús tiene distintas formas de llamar y distintas misiones que encomendar:
La vocación es una llamada interior. Como cada alma es distinta, también es distinto el modo de llamar a cada una el Señor.
— Se puede sentir una intuición gozosa con presentimiento de que Dios la quiere para sí, con un conocimiento o sensación de vacío acerca de las cosas que no la llenan que no la satisfacen... y como una sed o hambre espiritual de algo que, presiente: sólo El puede llenar...
Otras veces se siente con una urgencia dolorosa y dulce a la vez, porque su corazón siente o presiente que para seguir esa llamada interior ha de separarse de cosas y personas... y viene la lucha y la duda y la tentación de no hacer caso, pero Dios insiste, es como una luz que se percibe, es un don que solo Dios infunde en el alma gratuitamente, nadie lo merecemos. Se va comprendiendo lo baladí de todo lo de este mundo que corre a su fin que es Él...
También una luz para advertir las necesidades de los demás materiales o espirituales y más aún éstas, pues la necesidad y pobreza no radica sólo en la falta de cosas, sino en el vacío de Dios; en el peligro de muchas almas qué corren tras los placeres que les llevan a la perdición y la vocación siempre lleva unidas dos aspiraciones: La propia salvación y la salvación de las almas y todo ello, por su puesto, mirando a la mayor gloria de Dios...
¿También la misión de las concepcionistas, consagradas en vida contemplativa es misionera?...

— Sí, la vida de una contemplativa es misionera, y tan eficaz como las arterias del corazón que llevan la sangre a todo el cuerpo silenciosas y escondidas.
— Lo es también por el amor, la oración y el sacrificio oculto a los ojos de los hombres, como el grano de trigo que cae en el surco y al morir da mucho fruto. Porque todo se convierte en oración de unas almas que por amor se entregaron en una renuncia a tantas cosas que la naturaleza apetece y que en sí son buenas, pero que no llevan directamente al AMOR, y la contemplativa todo lo ha donado ya a Él .

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LA CLAUSURA


clausura¿Qué sentido tiene hoy la clausura?
— Mientras la humanidad entera siga peregrinante hasta llegar a la Ciudad futura en la plena resurrección, tiene sentido hoy como ayer el testimonio que ofrece un Monasterio de Clausura y vida contemplativa.
Ahí -entre otras- la Concepcionista, haciéndose esclava del Señor como MARIA Y MEDIANTE LA VIDA CONTEMPLATIVA, PROCLAMA LA SOBERANÍA ABSOLUTA DE DIOS: “La contemplación es su apostolado. Con ella ilustra al pueblo de Dios, lo mueve con su ejemplo y lo dilata con misteriosa fecundidad apostólica. “ PC.115.

¿Es cierto que la Iglesia tiende a suprimir la clausura?...
— Nada más contrario, la Iglesia valora mucho la clausura para la vida contemplativa de las monjas, para su fortalecimiento y eficacia. He aquí unas palabras del Papa en su Exhortación Apostólica “LA VIDA CONSAGRADA” en la que les dedica un capítulo:
“Acogida como don y elegida como libre respuesta de amor, la CLAUSURA ES EL LUGAR DE LA COMUNION ESPIRITUAL CON DIOS y con los HERMANOS Y HERMANAS, donde la limitación del espacio y de las relaciones con el mundo exterior favorecen la interiorización de los valores evangélicos” (Cf. Jn 13, 34; Mt. 5, 3.8).
“Las comunidades claustrales, puestas como ciudades sobre el monte y luces en el candelero (Cf. Mt. 5, 14-15), a pesar de la sencillez de vida, prefiguran visiblemente la meta hacia la cual camina la entera comunidad eclesial que, “entregada a la acción y dada a la contemplación” se encamina por las sendas del tiempo con la mirada fija en la futura recapitulación de todo en Cristo, cuando la Iglesia se manifieste gloriosa con su Esposo” (Cf. Col 3, 1-4)...
“A estas queridísimas Hermanas, pues, expreso mi reconocimiento, a la vez que las aliento a mantenerse fieles a la vida CLAUSTRAL según el propio CARISMA. Gracias a su ejemplo, este género de vida continúa teniendo numerosas vocaciones, atraídas por la radicalidad de una existencia “esponsal” dedicado totalmente a Dios en la contemplación. Como expresión del puro amor, que vale más que cualquier obra, la vida contemplativa tiene también una extraordinaria eficacia apostólica y misionera.”
“La clausura, además de significar de modo expresivo la consagración de una monja a Dios, es un signo y separación del mundo esencial a la vida contemplativa, contribuye a crear un clima propicio para el silencio y recogimiento, es una opción de soledad para unir- se más profundamente a la pasión de Cristo de un modo particular en el Misterio Pascual y facilita la oración, el orden, la paz y la unidad de la persona para el encuentro con Dios. (CC.GG. 58-59).
“En este encuentro, la Concepcionista es con Cristo sacrificio de alabanza ofrecido al Padre en nombre de todos los hombres y mensaje de amor, de paz y alegría que Dios ofrece al mundo.
Óleo original de Sor Inmaculada López de Lama
Santa Beatriz se desposó con Cristo Redentor y no deseado ser vista de nadie, sino de su Esposo, buscó la soledad y vivió en clausura perpetua, hecha en CRISTO, con MARIA hostia viva para la salvación del mundo. (CC. GG. N.° 60).”
Sus Hijas, las diez Mártires Concepcionistas de Madrid, que rubricaron con su sangre su ofrenda a Cristo, en la persecución religiosa del año 1936
Óleo original del Sor Inmaculada López de Lama

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ORACIÓN Y EUCARISTÍA


¿Qué es lo más importante en la vida del claustro?

Lo más importante no es por supuesto la clausura, ni la soledad, o el silencio, ni siquiera la oración, ni incluso la Profesión de los consejos evangélicos de obediencia, castidad y pobreza... Todos estos son medios... medios para conseguir más fácilmente lo esencial, lo más importante la CARIDAD:
Caridad igual a AMOR A DIOS Y A LOS HERMANOS: Todo lo demás cesará, se acabará cuando termine nuestra etapa terrena. La CARIDAD permanece, de ella nos examinarán entonces, pero entendida como explica San Pablo en su 1ª. carta a los Corintios Cap. 13 que nunca nos cansaremos de leer.
                         DIOS ES AMOR -ES EL AMOR- Y HEMOS DE AMAR AL AMOR
Nadie ama lo que no se conoce. De ahí la necesidad de estudio, lectura de la palabra de Dios. Sagrada Escritura, sobre todo el Santo Evangelio y Nuevo Testamento.
ORACIÓN: Para conseguir vivir amando de verdad y no de palabra solamente, hemos de orar: Oración -Meditación- Contemplación para inflamar el corazón al ver cuánto hemos sido amados por El.
-Y oración de súplica como el pobre que nada puede por sí si el Señor no le da su gracia.
Por el hecho de ser cristianos todos estamos obligados ¡feliz obligación! a tender a la santidad aunque solo unos pocos valientes logren llegar a la cima...
Pero Jesús llama a algunos para que vayan en pos de Él dejando todas las cosas del mundo para que más libres de los impedimentos y peligros que conllevan las preocupaciones sobre todo del poseer, y del disfrutar de las cosas de este mundo, le sigan a Él mediante la Profesión de los consejos evangélicos OBEDIENCIA, CASTIDAD Y POBREZA.
Las Monjas de vida contemplativa hacemos también voto de clausura excepto las Hermanas Externas, -si las que sin embargo hacen también Profesión perpetua en vida contemplativa, pero tienen el servicio y contacto con el exterior (necesario para la comunidad), siempre de acuerdo con las Constituciones de nuestra Orden.
Cristo llama a los que quiere, y sin mérito alguno de nadie, a vivir con mayor radicalidad las promesas del Bautismo llevándolo hasta las últimas consecuencias. Se privará de muchas cosas, pero tendrá el ciento por uno, que sólo entregándose al amor de Cristo lo probará, porque El da siempre mucho más de lo que pide; el alma acaba comprendiendo que las posibles renuncias -que también las hay- son superadas el cien por cien, con las ventajas y gozos que El regala gratuitamente a los que dicen SI de corazón y sin condiciones.
Pero la Concepcionista al dar su estima como el don más precioso ser consagrada por el Señor para seguir e imitar el género de vida virginal y pobre que Cristo escogió para sí y abrazó su Madre, la Virgen.
Renuncia a los legítimos amores de la familia..., pero gozará al participar de la maternidad espiritual de la Iglesia, abrazando a todos los hombres a los que ayudará amando, dándose y desgastándose por su eterna salvación, dándoles así una vida mucho más importante.
Renuncia a la propia voluntad en no pocas cosas, caprichos, estudios, viajes..., disponer de su tiempo, de su persona..., pero gozará sabiendo por la fe, que así hace la voluntad de Dios de la mañana a la noche.
Se ejercita el sentido de la fraternidad en el seno de la familia monástica, no se limita a un Monasterio o a la Orden, sino que se extiende a todos los hombres, especialmente a los más necesitados. Esta familia es signo y es realidad.
En nuestros monasterios se tiene una especial atención a las familias de cada Hermana, llevando a la oración sus problemas, la salvación de sus miembros, ya que nuestra misión que es universal, no excluye a los seres queridos, antes al contrario, ellos participan también, se incluyen en aquellas palabras de Jesús -a quienes dejan por su amor y se desprenden de una hija o hermana por el reino de los cielos: que les promete el ciento por uno en esta vida y después la eterna...
Llamadas a un mismo seguimiento de Cristo, la Comunidad Concepcionista configura todas las dimensiones de la persona y se expresa desde el Misterio de María, en la entrega de unas a otras en el trabajo, en las responsabilidades y en la vivencia de la Fe. (CC.GG. 99).
No hay lugar ni tiempo para el aburrimiento. Todo está debidamente programado y todo convida a amar a Cristo y cuando se ama nunca se aburre. La ausencia de distracciones mundanas, hacen brotar -aunque parezca paradoja- una fuente de alegría, pues las lecturas frívolas y la Televisión -si se aficionan a ellas- cuando les falte por cualquier motivo les dejará más aburridas e insatisfechas; porque eso no puede llenar el corazón. Bueno, sí, puede que le llenen de cosas inconvenientes o perjudiciales.
El televisor nos sirve para estudio o formación con Vídeos sobre la Biblia, vidas de Santos que las hay muy bonitas y en días de fiesta podemos ponerlos durante el recreo.
La Madre puede poner la radio y darnos las noticias que crea convenientes. Recibimos también Revistas y comunicaciones eclesiales que nos ponen al corriente de las necesidades y problemas de nuestros hermanos de todas las partes del mundo, que los hacemos nuestros y llevamos a la oración.
La oración, el silencio, el recreo a sus tiempos, las lecturas, e1 estudio de la palabra de Dios y Documentos de la Iglesia, etc., etc., los cánticos, la vela ante el Santísimo Sacramento, la misma disciplina del horario siguiendo unas directrices marcadas por las Constituciones de la Orden, el compromiso de unos votos que te recuerdan continuamente el amor de Jesucristo que estimula a su imitación.
Podéis estar seguras que ningún problema de la humanidad nos es indiferente y nos solidarizamos con todos en la medida de nuestras posibilidades. La ayuda económica es la que menos podemos, pero también compartimos de lo que recibimos de la caridad y de nuestro trabajo, con los más necesitados.
Aquí todo convida a amar a Cristo, la paz y serenidad, la tranquilidad de la conciencia y el transcurrir de los días viviendo sólo para la gloria de Dios, en una convivencia fraterna donde necesariamente ha de haber roces, pues somos humanas, distinto carácter, distintas aptitudes, etc., etc., pero es una gozada cuando después todo se restaña con un mirarse ante Jesús al que recibirnos juntas, al que tendemos con faltas o vencimientos de la naturaleza, en el estímulo de los buenos ejemplos; puesto que todas aspiramos a la santidad, al servicio, en el compartir dolores y alegrías...

En el Monasterio no sólo se ora, también se trabaja.
Trabajos para ganarse el pan: Coser, bordar, planchar, pintar, se hacen rosarios …
Los trabajos domésticos repartidos en familia; limpiar, lavar, cocinar, arreglar el jardín...
Dentro del horario hay designados tiempo y lugares para la recreación, siendo también conveniente la cultura física para la salud del cuerpo y la distensión del espíritu.
Las Monjas Concepcionistas trabajan fiel y devotamente, de modo que desterrando la ociosidad enemiga del alma, atestigüen el sentido humano del trabajo y lo conviertan en medio de sustentación y de servicio. (CC. 1 77, 1).
Así las Monjas se someten a la ley común del trabajo, sabiendo que este entra en la gran Liturgia del cosmos y se convierte en amor, alabanza y oración al Padre por Cristo, y con María y José que lo santificaron en el taller de Nazaret.
Las Hermanas acojan de buen grado las tareas que la obediencia les encomienda, aun las más humildes y pesadas, y procuren realizarlas con perfección, ayudándose mutuamente en caridad.
Al someterse a la ley, común del trabajo, las Concepcionistas cooperan al perfeccionamiento de la creación y se asocian a la obra redentora de Cristo. (CC.GG. 1 77, 2).
Trabajo, oración, alabanzas al Señor, penitencia y alegría, así transcurre el día de la Concepcionista

Labores en el monasterio


¿Cuantas veces van al coro las monjas para rezar o cantar?
¿NO LES RESULTA PESADO?

Cuando se ama nunca resulta pesado el encuentro con un ser querido ¿no os parece?
Tampoco son rezos largos, está todo bien calculado y repartido en las distintas horas del día desde que se empieza a las 6,30 con el Oficio de lecturas y Laúdes, hasta que concluye la jornada a las 10 de la noche terminando con el rezo litúrgico de Completas.
Aunque vivimos en la soledad del claustro no estamos solas, nos sentimos solidarias de todos nuestros hermanos que en el mundo sufren de cualquier manera que sea. Muchos están en peligro de perecer en el camino de la vida que es un peregrinar hacia la patria verdadera.
La oración dentro de la Comunión de los santos nos une. Cada cual ora a su manera, nosotras oramos con ellos y por ellos. La Iglesia suple por todos los que no saben o no quieren o no pueden.
El Oficio Divino o Liturgia de las Horas es la Oración oficial de la Iglesia que entre otros ofrecen los sacerdotes y también las Monjas. Su fin es la glorificación de DIOS y la Santificación de los hombres.


oración                 ORACIÓN y ESTUDIO
Durante toda la vida las monjas deben cultivar el estudio, o sea, la formación permanente. No es un estudio sistematizado o técnico, pero para que las Hermanas permanezcan fieles al divino camino que abrazaron procuren crecer, tanto personal, como comunitariamente en el itinerario de su vocación y vidas evangélica de contemplación, por medio de la formación permanente (CC.GG. 165-1).
En todo Monasterio habrá a disposición de las Hermanas una Biblioteca bien surtida (según las posibilidades) con libros aptos, sobre todo para una sólida formación espiritualy religiosa según la índole de la Orden de la Inmaculada Concepción, sin descuidar, empero, las exigencias de una adecuada formación humana y técnica necesaria para el trabajo especializado de las monjas. (CC.GG. 1 67).
Nuestras Constituciones dicen al respecto:
Mediante la formación se ha de procurar desarrollar equilibradamente el temperamento propio y perfeccionar el carácter; cultivando con esmero virtudes como la sinceridad, el amor a la justicia, la fidelidad, la humildad, la cortesía, la fraternidad, el espíritu de servicio, la modestia, la sencillez, la alegría, la discreción y la laboriosidad.
Estudio en la OrdenLa formación lleve a la adquisición progresiva de una madurez cada vez más perfecta, cuyas notas: igualdad de ánimo, dominio de sí mismo, recto uso de la libertad, capacidad para tomar decisiones ponderadas y para formar juicios equilibrados acerca de las personas y de los acontecimientos. CC.GG. 125.
La formación en la Orden de la Inmaculada Concepción tiene como objetivo que las monjas se capaciten para seguir a Jesucristo y vivir; desde la contemplación, el Evangelio y el Misterio de la Inmaculada Concepción, según el estilo de vida de Santa Beatriz de Silva.
Corno la Madre de Jesús que guardaba fielmente en su corazón el misterio de su Hijo, la concepcionista dedica todos los días algún tiempo a la lectura y meditación del Santo Evangelio y de las Sagradas Escrituras. CC. 77.

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CARISMA DE LA
ORDEN DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN


¿Cual es el carisma propio de la Orden de la Inmaculada Concepción
Cual es el mensaje que nos ofrece hoy?

El Carisma de la Orden Concepcionista en la Iglesia, es una experiencia del Espíritu
Santo, vivida por Santa Beatriz de Silva en cuanto fundadora y transmitida a todos sus seguidores, para que vivan según ella, la custodien en fidelidad, la hagan cada día más profunda y la vayan desarrollando constantemente en sintonía con el Cuerpo de Cristo siempre en crecimiento.
Esta experiencia consiste fundamentalmente en una especial configuración con Jesucristo, en su vivir entera e inmediatamente para el Padre, y con María en el Misterio de su Concepción Inmaculada.
María es la respiración de nuestra vida, ELLA es nuestra MADRE Y MAESTRA; ES EL CAMINO MAS CORTO, FÁCIL Y SEGURO PARA LLEGAR A CRISTO, A DIOS. El carisma es por lo tanto, cristológico y mariano, nuestras CC.GG. son exigentes con la concepcionista como seguidora de la humildad, caridad y vida contemplativa de María, porque Ella fue la Discípula más aventajada de Cristo y su Santo Evangelio. La Stma. Virgen, lejos de ser un impedimento entre Dios y los hombres como algunos hermanos separados dicen..., siempre nos lleva a Jesús y al Padre. Sus palabras: Haced lo que El os diga, siguen resonando en el corazón de la Concepcionista Hija de Beatriz de Silva.
“Queriendo Dios, infinitamente sabio y misericordioso, llevar a cabo la redención del mundo al llegar la plenitud de los tiempos, envió a su Hijo, nacido de mujer... para que recibiéramos la adopción de hijos”.
Cristo vino a nosotros por María, lo hemos recibido de Ella, es nuestro hermano por la función materna de María. Por eso, si queremos ser cristianos, debemos ser marianos, es decir, debemos reconocer el vínculo esencial, vital, providencial, que une a la Virgen con Jesús, y que nos abre el camino que a El conduce. No tenemos otro camino para ir a Jesús, que el camino por donde El quiso venir a los hombres: La Inmaculada Virgen María.
El Misterio de la Inmaculada Concepción es pues, un misterio eminentemente dinámico, misionero y apostólico, de victoria contra el pecado, María es la que pisa la serpiente, la que lucha contra el mal...
“Establezco hostilidades entre ti y la mujer...” (Génesis, 3.15)
“Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol...” (Apocalipsis, 1 2)
Pero sobre todo el Misterio de la Inmaculada es el misterio de la PLENITUD DE GRACIA. Dios pronunció una palabra de amor y de fidelidad sobre María desde el principio. Y la llamó y consagró para la función que como Madre y creyente, tenía que ejercer en la historia de la salvación.
Si María pronunció después un “SI”, un “FIAT” incondicional y total a la Palabra de Dios, su respuesta tenía presupuestos muy hondos en su vida: ERA LA «LLENA DE GRACIA POR EXCELENCIA»

Sta.Beatriz contempla
el Misterio de la
Redención
y funda
una ORDEN para
glorificar
y agradecer a Dios
el regalo
de MARIA en su
Inmaculada Concepción
Santa Beatriz fundadora

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As Irmãs a seguir

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