Las hermanas concepcionistas de Toledo han recibido como "una gracia" el manuscrito restaurado del s. XVII que cuenta la vida de la fundadora de esta orden, Beatriz de Silva (1426-1491), quien llegó a la corte española como dama de la futura reina Isabel de Portugal en 1447 y vivió en Toledo hasta su muerte.
El manuscrito -propiedad del citado convento y restaurado durante los últimos tres meses por el Centro de Restauración de Castilla-La Mancha- ha sido entregado este mediodía a la madre abadesa del convento, sor María Julia, por el delegado de la Junta en Toledo, Fernando Mora, y el delegado provincial de Educación, Ciencia y Cultura, Francisco José García Galán.
La madre abadesa del convento -en el que está enterrada Santa Beatriz de Silva y hay dedicada a ella una capilla- ha considerado "una gracia" y un hecho de importancia "capital" la restauración de este manuscrito, porque es "el único -ha dicho- que recoge la vida más antigua de la santa, así como la de las venerables de la primera hornada de la orden".
Ha significado también que el mal estado que presentaba el libro les hacía pensar que "no iba a poder recuperarse" y ahora están "felices" porque "las técnicas existentes en la actualidad" han permitido su recuperación.
En este sentido ha recordado que hace un tiempo la Universidad de Portugal, país de origen de Beatriz de Silva, les pidió el manuscrito para hacer una copia, a lo que se tuvieron que negar porque tenían miedo de que esto contribuyera aún más a su deterioro.
El delegado provincial de Cultura en Toledo ha explicado que el documento, formado por 6 cuadernillos de papel verjurado hecho a mano con filigrana, consta de 29 hojas manuscritas y 4 en blanco, en un tipo de escritura "muy bonita" denominada "bastarda española", derivada de la escritura humanística inclinada o cursiva característica de la documentación del siglo XVII.
Ha resaltado también que, además del trabajo de conservación llevado a cabo en el documento y por el que ha felicitado al Centro Regional de Restauración, se ha procedido a su digitalización por lo que, en breve, podrá ser consultado a través de la Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha.
Por su parte, el director del Centro de Restauración, José Pedro Muñoz, ha explicado que, cuando se hicieron cargo del manuscrito, el estado del mismo "amenazaba la continuidad de su existencia", mientras que hoy es "un documento perfectamente legible", del que se ha eliminado la presencia de hongos, a través de tratamientos fungicidas y con mucho cuidado para no debilitar la tinta.
El delegado de la Junta en Toledo ha puesto en valor la recuperación de este manuscrito que, según ha detallado, fue escrito por una monja concepcionista, sor Catalina de San Antonio, casi dos siglos después de que viviese Santa Beatriz de Silva y que se trata de "un texto muy bonito que hasta ahora había sido prácticamente ilegible".
Fernando Mora ha resaltad o que "lo bonito del documento", en cuya restauración el Gobierno regional ha invertido 10.000 euros, es también su nombre, "La margarita escondida", que hace referencia a la santa y al velo que ella se puso, una vez que recibió el mensaje de la Virgen para profesar como monja, durante un encierro en Tordesillas.
Precisamente, dicho encierro se debió, según reza el manuscrito, a que la belleza de Beatriz de Silva provocó los celos de la reina Isabel de Portugal, que intentó matarla encerrándola en un cofre.
Es durante este encierro cuando recibe la llamada de la Virgen y desde ese momento cubre su rostro con un velo blanco, no sólo como penitencia, sino como muestra de su total consagración a Dios y de ahí la denominación de la "margarita escondida", la que esconde su rostro.
En ese momento, la noble portuguesa entra en el Convento de Santo Domingo el Real de Toledo, donde permanecerá treinta años, y en 1484 la reina Isabel la Católica le entrega los Palacios de Galiana para que funde la Orden de las Concepcionistas, dada su profunda religiosidad y en parte también para enmendar los actos llevados a cabo contra Beatriz de Silva por su madre Isabel de Portugal.
