Por los años de 1507, D. Francisco
Ramírez, Capitán de Artillería, católico
y noble caballero, fundó en
Madrid un hospital que siempre fue conocido
con el nombre de Hospital de La Latina. Su virtuosa
esposa Dª Beatriz de Galindo, llamada
«La Latina» por haber enseñado esta lengua a
la Reina Isabel la Católica, fundó a su vez un
convento para religiosas. Primeramente quiso
vinieran a él religiosas Jerónimas, pero los
Padres de San Francisco pusieron en ello tantas
dificultades, que la buena señora tuvo que
desistir de ello a pesar de estar ya levantado el
edificio.
Entonces fundó para las religiosas Jerónimas
un convento cercano al primero en la calle que
hoy lleva el nombre de Concepción Jerónima,
nombre que tomó de la citada Comunidad de
Madres Jerónimas Concepcionistas.
El convento levantado por Dª Beatriz de
Galindo contiguo al Hospital fundado por su
esposo, seguía en pie sin que nadie lo habitase.
El convento levantado por Dª Beatriz de
Galindo contiguo al Hospital fundado por su
esposo, seguía en pie sin que nadie lo habitase.
El Padre Guardián del Convento de San
Francisco (hoy San Francisco el Grande) se
opuso de nuevo por la corta distancia que
había del Convento de San Francisco al que se
quería fundar junto al Hospital de La Latina. Por
aquellos años había fundado Santa Beatriz de
Silva en Toledo, por mandato expreso de la
Stma. Virgen, la Orden de la Inmaculada
Concepción. Fue ella desde muy niña educada
y muy favorecida por los Padres Franciscanos, y
su Orden lleva el nombre de Concepcionista
Franciscana. Tiene Regla propia aprobada por
el Papa Julio II el 17 de septiembre de 1511. Dª
Beatriz de Galindo, que era devotísima de la
Stma. Virgen en el misterio de su Inmaculada
Concepción, conoció claramente lo que el
Señor quería, esto es, que el Convento por ella
fundado fuese de la Inmaculada Concepción y
a este fin escribió a Toledo pidiendo viniesen
monjas de aquel Convento, Cuna de la Orden,
para esta nueva fundación. Pronto llegaron a
Madrid como fundadoras tres religiosas de la
Casa Madre de Toledo, y el 12 de Mayo de
Doña Beatriz Galindo, «La Latina».
El convento de La Latina, hoy
1512 tomaban posesión del nuevo Convento
que había de llevar el nombre de Concepción
Francisca. Dª Beatriz de Galindo dotó al
Convento de abundantes bienes.
Pronto se aumentó la Comunidad, llegando
a ser sesenta religiosas. Almas de gran virtud y
de mucha oración eran las que formaban la
Comunidad, según constaba en las antiguas
Crónicas perdidas en la guerra de liberación
1936-1039.
Sobresalió entre todas la Vble. M. M.ª de
San Pablo, que fue destinada por los Prelados a
reformar varios conventos y que por fin en el
año de 1603 salió a fundar el Convento de
Jesús María, vulgo Caballero de Gracia, cuna de
la Descalcez Concepcionista. Hoy este
Monasterio está en la calle de Blasco de Garay
de esta capital.
Que siempre miró el Señor con predilección
a esta Comunidad lo prueban los
acontecimientos. Madre Patrocinio conocida
por la Monja de las llagas. Citamos
estos conventos porque en aquellos tiempos
de exterminio las tres comunidades
estuvieron refugiadas en este convento.
Las del Caballero de la Gracia se ignoran
cuánto tiempo estuvieron aquí. Madre
Patrocinio, que pertenecía a la
Comunidad del Caballero de la Gracia,
volvió de Convento de las Concepcionistas
de Talavera de la Reina donde estuvo desterrada
durante siete años, vino a este
convento de La Latina a reunirse con su
Comunidad que todavía permanecía aquí.
La Comunidad del convento de los
Ángeles aquí se extinguió.
Gracias a Dios nuestra Comunidad no
tuvo que salir de la clausura, ni el convento
sufrió ningún desperfecto. El terreno
que se vendió fue el que hoy ocupan las
casas números 13 - 15 - 17 y 19 de la calle
Cava Alta, numeración moderna.
El resultado fue que el Señor Obispo,
vista la opinión de los mismos, pasó oficio
a la Comunidad ordenando que fuese
desocupado el edificio porque amenazaba
ruina. Esto ocurría por Abril o Mayo de 1903.
Después de hacer repetidas gestiones en
algunas comunidades, por fin nos abrió sus
puertas la Comunidad de las Descalzas Reales.
El día 4 de Julio de citado año regresó a el ésta
comunidad.
Iglesia.
Fachada de la huerta del Convento.
En estas circunstancias tuvo que salir precipitadamente
la Comunidad. Después de continuos
sustos al verse expuestas a ser detenidas
por los rojos, se pudo conseguir el ingreso de
las Madres ancianas al Asilo de las Hermanitas
de los Pobres de la calle Almagro, quienes por
ser francesas estaban amparadas por la
Embajada de Francia, quedando por este motivo
del todo tranquila la Comunidad respecto de
las monjas allí acogidas.
Durante todo el tiempo de la guerra la
Comunidad en pleno permaneció en Madrid,
excepto una monja que fue con sus padres y
volvió a reunirse con sus hermanas tan pronto
como se liberó Madrid.
En el piso alquilado estaban las Madres
Abadesa y Vicaria con algunas religiosas. Tan
pronto como las circunstancias nos lo permitieron,
regresamos todas a nuestro Convento,
pues, gracias a Dios, fuimos fieles a nuestra
santa vocación. La Comunidad formada por 20
religiosas siguen morando en él, consagradas a
la alabanza divina. Trabajan en manualidades.
Hnas. Concepcionistas franciscanas, La Latina
