novembro 10, 2009

Mérida_ Depois de 412 anos,Las Concepcionistas deixam Mérida

Hermanas Concepcionistas de Mérida

Hermanas Concepcionistas de Mérida

Después 412 años de presencia en Mérida, la noticia de que las monjas Concepcionistas abandonarían la ciudad para integrarse en la Comunidad de su Orden en Mairena del Aljarafe, en Sevilla, volvió hacia el Convento de las "encerradas" todas las miradas. Poco a poco, como un signo de los nuevos tiempos, se van cerrando conventos de clausura por falta de vocaciones. Sor Purísima Calderón Gallardo, madre abadesa del Monasterio agradecía "la ayuda recibida" por los "bienhechores" y amigos, prometiendo "una constante oración por los emeritenses". El envejecimiento de la comunidad, aconsejaba esta medida, a pesar del "importantísimo desgarro emocional y afectivo", que les ocasionaba. Y aunque en un principio la intencionalidad de la marcha, de las once hermanas, estaba fechada para Navidad, es posible que se retrase algo más. ¿Porqué esta conmoción ciudadana? Porque las monjas Concepcionistas son algo más que un convento de religiosas, y su presencia ha constituido un importante componente urbano, y sentimental, imbricado en la historia y cultura de la ciudad.

EL DOGMA DE LA INMACULADA.

Tratado de la Inmaculada Concepción

Tratado de la Inmaculada Concepción

Surge la pregunta sobre la necesidad de establecer un Dogma que proclame la Inmaculada Concepción de la Virgen, cuando esta opinión había sido generalmente aceptada en la Iglesia desde siglos, (Tú y tu Madre sois los únicos que en todo aspecto sois perfectamente hermosos; pues en Ti Señor, no hay mancilla, ni mácula en tu Madre. San Efrén (306-373)). La respuesta por la que el Papa Pío IX publicó la bula "Ineffabilis Deus", de 8 de diciembre de 1854,(1) proclamándola Dogma, puede parecernos ahora difícil de comprender, pero hay que buscar el motivo en el momento histórico en el que se realizó. La filosofía que estaba inundando el pensamiento de la sociedad de fines del s. XIX, era el Naturalismo y el Positivismo, que juntamente con el Materialismo reducen toda la existencia, e incluso el pensamiento, exclusivamente a fenómenos materiales o físico-químicos, aunque no se expliquen suficientemente por ellos,(2) le pareció oportuno en ese momento, la proclamación de este Dogma que ya era asumido como verdad por toda la Iglesia Católica. Pero ¿En qué consiste el Dogma de la Inmaculada? ¿Y qué es un Dogma (3). El dogma es un artículo de fe, que se ha de creer aunque sea imposible de demostrar.¿En que consiste el Dogma de la Inmaculada? En la creencia de que María, madre de Jesús, fue concebida, a diferencia de todos los demás seres humanos, sin el pecado original. " Dios te Salve, llena de Gracia" (Lc. 1,28). Esta idea que ya vemos plasmada en los primeros escritores y pensadores cristianos, se plasmó en una fiesta desde antes del S. V, y se fue difundiendo por la comunidad cristiana a la vez que creando controversias teológicas, que cerraron los Papas Sixto IV (1414-1484) instituyendo la celebración del día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María el 8 de diciembre). y Alejandro VII, (1599-1667) prohibiendo la enseñanza contraria. España y en particular Andalucía, se destacaron en la devoción y propagación de esta idea de la Concepción "inmaculada" de la Virgen, produciéndose una abundantísima creación literaria y sobre todo artística en cuadros y estatuas, creando los pintores un arquetipo iconográfíco de Inmaculadas, que se repetiría a través de todas las obras y tiempos con una popularidad y calidad dignas de tener en cuenta.

Inmaculada de Francisco Pacheco con Miguel Cid 1619

Inmaculada de Francisco Pacheco con Miguel Cid 1619

Quizás una de las más conocidas sea la pintadas en 1678 por Murillo y que ha sido llamada la de "Soult", ya que este general francés gran aficionado al arte; ( sobre todo ajeno) la robó en 1813 del Hospital de los Venerables (también se le llama de los Venerables) para el que lo había encargado el canónigo de la catedral de Sevilla Don Justino de Neve, durante la Guerra de la Independencia y se la quedó. España negoció en 1940 con el gobierno francés y mediante unos intercambios de obras de arte volvió a Madrid en 1940. Pero aunque la popularidad de esta representación, la ha convertido en la más conocida, no ha habido pintor español de nuestro siglo de Oro que no la representara, Velázquez, Zurbarán, Herrera el Viejo, Pacheco ... En uno de los hechos de guerra de los tercios de Flandes, se cuenta que el 7 de diciembre de 1585, estaban en rodeados por el enemigo en una isla entre dos ríos y sin víveres para resistir, el almirante holandés que les asediaba les pidió la rendición, ante su negativa abrió los diques que contenían las aguas inundando la isla y quedando sólo un pequeño montículo al que se subieron. Un soldado español al cavar una trinchera se encontró con una tabla flamenca enterrada, representando a la Inmaculada Concepción, los españoles lo consideraron un buen augurio y que contaban con la protección de la Virgen. Por la noche un viento frío heló las aguas, dejando bloqueados los barcos del asedio. Esta circunstancia la consideraron un milagro y atacaron por sorpresa venciéndolos. Ante este hecho, que consideraron milagroso la declararon patrona de los Tercios.

CONVENTOS DE CONCEPCIONISTAS

Fachada de la Iglesia de las Concepcionistas de Mérida

Fachada de la Iglesia de las Concepcionistas de Mérida

Acabado el siglo XVI, la diócesis de Badajoz que pertenecía a la "provincia de Santiago", se encontraba empobrecida, las rentas habían disminuido considerablemente, pero sin embargo se asiste durante el S.XVII a un importante repunte en la fundación y creación de conventos de monjas y frailes constituidos fundamentalmente por gente joven, quizás impulsado por las nuevas directivas emanadas del Concilio de Trento (1545-1563) construyéndose en 1680 el seminario de S. Atón. Es una época de gran devoción popular, los 300 curas de primeros de siglo se han convertido en unos 700 y los nobles promueven fundaciones de conventos. Es en este ambiente cuando se crea el Convento de las Concepcionistas de Mérida. El diecisiete de septiembre de 1511, el papa Julio II, había promulgado la Bula "Ad Statum prosperum ", ejecutada en Toledo el 4 de Noviembre de 1512 por "el señor don Francisco de Herrera, capellán mayor de los Reyes nuevos, canónigo de la Santa Iglesia de Toledo, Inquisidor, Juez y Vicario y Visitador General por el Santo Cardenal Cisneros, mi señor, de todo su Arzobispado". (4)"Por la que las religiosas concepcionistas se desvinculaban completamente del Cister adoptando su propia Regla particular, y tomaron para vestirse un hábito y un escapulario blanco, un manto azul celeste en el que aparece representada la imagen de la Inmaculada Concepción y el cordón de los franciscanos" Siendo reconocida como orden religiosa, propiamente dicha, dentro del seno del franciscanismo.

Azulejo y calle junto al Convento de las Concepcionistas de Mérida

Azulejo y calle junto al Convento de las Concepcionistas de Mérida

La tradición cuenta una historia, en la que Beatriz de Silva, mujer de origen noble, que venía desde Portugal, se la supone nacida en Campomaior, acompañando a la princesa Isabel para contraer matrimonio con Juan II, fue víctima de los chismes de la corte, en los que se la relacionaba amorosamente con el rey .Isabel llena de ira la mandó meter en un cofre. Al cabo de un tiempo y al notar su ausencia tras tres días, y preguntando por ella sobre todo su tío preocupado por no encontrarla, la reina le indicó donde estaba encerrada. Abren el cofre y la encuentran perfectamente. Ella no da, ni pide, explicaciones y se retira a meditar, pues en esos días sin luz, agua ni comida, afirma que la Virgen María se le apareció y le indicó que sería liberada para fundar una Orden Monástica, la de la Inmaculada Concepción. Escapa de palacio y pide entrar en el Monasterio de Santo Domingo, acompañada de dos doncellas a su servicio según la costumbre de las nobles de la época. La hija de Juan II, Isabel la Católica, avergonzada de la actuación que le habían contado había realizado su madre, le dona los Palacios de Galiana en Toledo y tras 30 años en el Monasterio de Santo Domingo, se traslada a los mismos en 1484 con 12 compañeras. Envía a Roma los reglamentos y el Papa Inocencio VIII se los aprueba, pero bajo la regla del Cister. Beatriz morirá el 17 de agosto de 1492 y será su amiga la reina Isabel la Católica la que solicitará al Papa Alejandro VI que la comunidad se someta a la obediencia de la regla de la Orden de San Francisco, aunque será Julio II el que les conceda finalmente regirse bajo su propia Regla. ¿Cómo se fundaba un convento? La cuestión no era simplemente reunirse unas cuantas mujeres u hombres y constituirlo en algún lugar, sino que sobre todo en la jurisdicción de las Órdenes Militares, una vez que se disponía de la dotación del fundador o patrón , se exigían una serie de trámites entre ellos la viabilidad económica de tal fundación. Trámites que en caso de oposición civil o eclesiástica podían dudar muchos años e incluso dar al traste con ella.

Historia de Mérida, de Bernabé Moreno de Vargas

Historia de Mérida, de Bernabé Moreno de Vargas

Bernabé Moreno de Vargas(5) nos cuenta como se produjo la fundación del: "Convento de monjas de la advocación y orden de la Limpia Concepción de Nuestra Señora, que está sujeto al ordinario, lo mandó fundar a su costa Francisco Moreno de Almaráz el año 1588, y con poder suyo y licencia de su majestad otorgaron la escritura de fundación D. Alonso de Cerecedo, prior de la provincia de León, Alonso Moreno Dalba, el licenciado Garci Rodríguez Dalba y el licenciado Juan Dábalos Altamirano, sobrinos del fundador, en 1597, y en estemismo año se entregó el convento y sus rentas a doña Juana de Chaves, abadesa, a doña Juana de San Antonio, Doña Isabel Durán y doña María de Chaves, sus fundadoras y religiosas del convento donde esta orden que se trajeron de Llerena. Recibiéronse cinco monjas capellanas sin dote, que ha de haber siempre en el convento parientas del fundador y otras muchas doncellas con sus dotes, y se ha poblado de manera que en este año de 1630 tiene 40 monjas, y es su abadesa doña Elvira de Ribera". ¿Qué privilegios tenía el patrón? Eran sobre todo honoríficos, aunque había algunos que privilegiaban en la entrada al convento a los familiares del mismo, no obligándoles a aportar dote alguna. Habitualmente se encontraba el: "Enterrarse en la capilla mayor disponer de la llave del Santísimo Sacramento Jueves y Viernes Santo, tener una tribuna delante del altar mayor para oír los Oficios Divinos, esculpir los escudos familiares en las jambas de las puertas de acceso y pechinas de las cúpulas o disfrutar de varias plegarias en su honor, tanto en vida como después de muerto, entre otros privilegios honoríficos." (6) La sucesión del patronazgo era hereditaria. Existe una larga relación de patronos y patronas que ejercieron de tales con el convento de las Concepcionistas de Mérida, que comienza con Francisco Moreno de Almaraz hasta llegar en fechas recientes a Francisco López de Ayala de la Vera, ( muerto en 1936) casado con Dña. Margarita García de Blanes y Pacheco. El criterio a seguir solía ser el de: varón frente a mujer y en caso de duda sobre diversos candidatos lo sería el de mayor edad. Hubo varias mujeres que ejercieron este patronazgo, la primera de ellas, en junio de 1627, doña Ana Moreno de Almaraz, nieta del fundador y la última doña Dolores de la Vera y Grajera, que falleció en Mérida en 1893.(7)

Es evidente que en tantos años ha habido anécdotas y pleitos curiosos, como el dirigido en agosto de 1631 al Consejo de las Órdenes, ya que desde las azoteas de las casas cercanas distraían y perjudicaban a las religiosas, por lo que solicitan o poder levantar las paredes del convento o bien demoler las obras nuevas de las viviendas colindantes.

Nada extraño tiene que fuera en Agosto el mes en el que dirigieran a las autoridades su petición. Es de suponer que los vecinos que habrían elevado el nivel de sus viviendas, saldrían a las terrazas a tomar el fresco y de paso tomarse como entretenimiento ver qué hacían las monjas dentro de los muros del convento, si es que no les decían alguna que otra cosa, que uno se imagina.

Panorámica Santa Eulalia y Convento Freylas

Panorámica Santa Eulalia y Convento Freylas

El incremento del fervor popular y el empuje del Concilio de Trento hizo que en Mérida a finales del S. XVI hubiera dos conventos de monjas; el de las Freylas de Sta. Olalla, o Comendadoras de la orden de santiago de la orden de S. Agustín, que se encontraba adjunto a la Basílica de Santa Eulalia y el de la advocación de la Limpia Concepción de Nuestra Señora, que todavía perdura. Pero durante el S,XVII se ampliarán a dos más las de Santa Clara de monjas clarisas fundado por el médico emeritense don Lope Sánchez de Triana en 1602, en el lugar donde se encuentra en la actualidad la colección visigoda, y las de Montepiedad religiosas terciarías franciscanas, cuyo convento desaparecido ha dejado como rastro el nombre de una calle, Piedad.

La normativa del Concilio de Trento de que todos los conventos femeninos deberían ubicarse en zonas pobladas y en el interior de las localidades, hizo que algunos se trasladasen a las ciudades, aunque a veces, las rentas habían caído tanto, que la situación de extrema pobreza también lo imponía. Cabe preguntarse si ese interés en entrar en el convento se debía sólo a la vocación de las muchachas de dedicar su vida a la oración y el recogimiento claustral, y llama la atención que en un convento como el de Mérida, conozcamos, por uno de los pleitos, que aunque no cabían mas de treinta hubiera en junio de 1633, cuarenta y cinco, lo que hacía que viviera la comunidad con bastantes agobios económicos. Pero parte de la respuesta puede encontrarse en que con la entrada en los conventos, las mujeres conseguían una posición social superior a la de soltera, equiparable a la categoría de casada,

No eran pues de extrañar que ante esta falta de vocación se dieran, de vez en cuando, algunos escándalos de seducción y galanteos, tras los que abandonaban el convento para casarse. Como el que conocemos, del convento de la Concepción de Zalamea, por los documentos en los que consta en 1632 una denuncia contra el Licenciado Zebreros, que desde hacía cuatro años estaba pretendiendo a su hija para que abandonara los hábitos, por parte del padre de sor Catalina de San José, contra el que dice que algunas veces mediante escaleras había accedido al aposento de las monjas intentando seducirlas, y cuya resolución concluyó, en que el Prior de San Marcos de León después de conocer el problema le concediera libertad a la monja para que abandonara el convento de Zalamea y declarara nulos sus votos, con lo que podría casarse.

Interior de la Iglesia de las Concepcionistas

Interior de la Iglesia de las Concepcionistas

En 1798, agobiado por las deudas el gobierno de Carlos IV, (su hijo, Fernando VII, iría todavía más lejos: "D. Fernando VII por la Gracia de Dios y por la Constitución de la Monarquía Española , rey de las Españas, a todos los que las presentes vieren y entendieren, SABED: Que las Cortes han decretado y nos sancionan lo siguiente: ...Artículo 1.Se suprimen todos los conventos de las órdenes monacales") comienza la desamortización de los bienes eclesiásticos. Se vendieron los bienes raíces de todas las casas de beneficencia, hermandades, obras pías y patronatos legos, etc, para disminuir la deuda pública, que, a pesar de todo seguía en aumento. Esta idea de acudir a los bienes de la Iglesia para solucionar las finanzas públicas, no acabaría, con diversos momentos de tregua, hasta la cuarta y última desamortización, en el año 1855, durante el bienio progresista y, llevada a cabo por el ministro Pascual Madoz. Estas continuas requisas reducirían al mínimo no sólo los bienes raíces de la Iglesia sino la existencia de los conventos.

Peor sería la invasión francesa a los que se achaca en el caso del convento emeritense la destrucción de documentos y archivos referentes a su historia y propiedades además de bienes propios, como: Dos casas convertidas en solares por los franceses en la calle Viñeros, que se dieron a censo en 1824 y la propiedad de medio mesón en la calle de S. Andrés ( hoy John Lennon), que fue derruido.

Así, llegamos al s. XIX y tras las desamortizaciones ya sólo quedaban en Mérida dos conventos femeninos, el de la Piedad y el de la Concepción. Uno de los acontecimientos más llamativos que sucedieron en la historia de la Iglesia en Mérida se produjo en 1874, con el llamado Cisma de Mérida, por el que parte del clero y gran parte de la ciudadanía se negaban a acatar la Bula que incorporaba la ciudad de Mérida al Obispado de Badajoz.

Así se cuenta(8)que el provisor interino se rebela al notificársele el "Auto de Incorporación a Badajoz." Apoyado por las autoridades locales se apodera de la Iglesia de Santa María y sustituye al párroco fiel a Badajoz, por otro, Don Pablo Antonio Espada, le sigue en su rebelión el párroco de Santa Eulalia, Don Antonio Tena y además se "apodera de las llaves del convento de las Concepcionistas a las que amenaza con suprimir las pensiones si no reconocen como prelado a Maeso y prohibe al clero fiel al obispo la celebración de la misa en la iglesia del Manicomio (hoy juzgados) del Carmen."

Comitiva Municipal del Ayuntamiento de Mérida se dirige al Convento de las Hermanas Concepcionistas al acto de pleitesia a la Inmaculada Virgen

Comitiva Municipal del Ayuntamiento de Mérida se dirige al Convento de las Hermanas Concepcionistas al acto de pleitesia a la Inmaculada Virgen

El párroco depuesto de Santa María abre una capilla en una de las habitaciones del Palacio de Burnay (hoy Hotel) y el pueblo y el clero se divide entre los que se llaman a sí mismos "católicos" y cismáticos. Ni que decir tiene que las autoridades apoyaban a los cismáticos. Este cisma protagonizado por Mérida, Azuaga y Llerena llegaría hasta Roma tomando cartas en el asunto el papa Pío IX , a quien se dirige el obispo de Badajoz en busca de apoyo. Tras dos años de cisma la carta que le envía Pío IX al obispo pacense hace retractarse a gran parte del clero y pueblo, finalizando el Cisma. En este apoyo y reconocimiento al misterio de la Inmaculada Concepción que le otorgan de modo entusiasta los pueblos de sur español, a la Virgen, no podía faltar el de la ciudad de Mérida.

Así el año 1620 el Cabildo municipal de Mérida decidió rendir pleitesía a la Virgen realizando el solemne acto del Voto y Juramento de la defensa de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, tal como nos cuenta Bernabé Moreno de Vargas:(9) "Tiene hecho voto de guardar y defender la opinión de que Nuestra Señora la Virgen Santa María, fue concebida sin pecado original; hízose la solemnidad de este voto y juramento por la ciudad juntamente con el prelado, curas y cabildo de los clérigos en la iglesia de Santa María a 25 de junio de 1620 años".

Las Concepcionistas de Mérida

Los alcaldes otorgan el bastón de mando a la madre superiora de las Concepcionistas el 8 de diciembre< alt="Los alcaldes otorgan el bastón de mando a la madre superiora de las Concepcionistas el 8 de diciembre" src="http://www.extremaduraaldia.com/images/zoom/merida08/thumbs/img081208155610.jpg" width="335" height="251">

Los alcaldes otorgan el bastón de mando a la madre superiora de las Concepcionistas el 8 de diciembre

Desde entonces todas las corporaciones que han regido la ciudad han renovado este voto en el convento de las Concepcionistas.

El 8 de diciembre sale del Ayuntamiento la corporación con el pendón de la ciudad hacia la iglesia de las madres Concepcionistas y el alcalde le otorga el bastón de mando a la madre superiora, renovándose el Voto de defensa de la Inmaculada Concepción. Aunque últimamente ya no se ha renovado dicho voto y sólo se recuerda este hecho histórico, puesto que no es necesaria tal defensa ya que al ser en la actualidad un Dogma, que es obligado creer en toda la Iglesia Católica, esta defensa no se precisa.

La marcha de las monjas de la ciudad, hará que con ellas se marche parte de la identidad y la historia de la misma.

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1.- Bula: Ineffabilis Deus, ...Para honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia católica, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra: Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho

2.- "Pío IX contemplando el mar agitado de Gaeta escuchó y meditó las palabras del Cardenal Luigi Lambruschini: 'Beatísimo Padre, Usted no podrá curar el mundo sino con la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción. Solo esta definición dogmática podrá restablecer el sentido de las verdades cristianas y retraer las inteligencias de las sendas del naturalismo en las que se pierden'". (Louis Baunard. Historiador francés.)

3.-Catecismo de la Iglesia Católica.Segunda edición. Ed.Asociación de Editores del Catecismo. Pag. 32. "El Magisterio de la Iglesia ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo cuando define dogmas, es decir, cuando propone , de una forma que obliga al pueblo cristiano a una adhesión irrevocable de fe, verdades contenidas en la Revelación Divina o verdades que tienen con ella un vínculo necesario"

4.- Beldad Corral, Juliana. Universidad de Castilla la Mancha. Los Conventos de Castilla lante los Tribunales regios durante los siglos XVI y XVII.

5.- Moreno de Vargas, Bernabé. Historia de la ciudad de Mérida.pag.479. Patronato de la ciudad de Mérida.Sexta reedición. 1989.

6.- Beldad Corral, Juliana. Universidad de Castilla la Mancha. Los Conventos de Castilla lante los Tribunales regios durante los siglos XVI y XVII.

7.- Relación proporcionada por Pedro Pablo Serrano.

8.- Camacho Macías , Aquilino. La Antigua Sede Metropolitana de Mérida. Pag.279. Ed. Asociación de Amigos del Museo de Arte Romano.2006.( Edición a Cargo de Agustín Velázquez y Teodoro Agustín López)

9.- Moreno de Vargas, Bernabé. Historia de la ciudad de Mérida.pag.491. Patronato de la ciudad de Mérida.Sexta reedición. 1989.

Avé Maria Puríssima !

Santa Beatriz da Silva

As Irmãs a seguir

Campo Maior - Portugal

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Brasil - Galeria _ Fed. Imaculada Conceição

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