setembro 15, 2011

Las Concepcionistas de Valladolid clausuran su V Centenario

 

 

    0915 Concepcionistas1Fotografía: Gabriel Villalobos

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    Las hermansa Concepcionistas Franciscanas del  Convento de de Jesús María en  Valladolid clausuraron su V Centenario con una Eucaristía presidida por Mons. Ricardo Blázquez, Arzobispo de Valladolid el Jueves 15 a las 19:00 horas.

    Celebrar un centenario es una oportunidad de agradecimiento a Dios por la Vida revelada en la historia, por el quehacer amoroso de un Padre que cuida cada una de sus Obras.

    Celebrar un centenario es traer al presente, no solo como recuerdo, sino sobre todo como comunión, el regalo de un pasado convertido en presente, de una herencia que brilla con la misma fuerza que en los comienzos.

    Este ha sido el lema escogido por la Orden para la celebración de nuestro V Centenario: “Mantenemos viva la lámpara que el Espíritu encendió en Beatriz”

    Santa Beatriz de Silva, nuestra Fundadora, una mujer del siglo XV, adelantada a su tiempo, forjadora de una nueva espiritualidad, de acercarse a Dios siendo mujer, un nuevo modo de imitar a María, en el misterio de su Concepción Inmaculada. Una mujer capaz de trascender al futuro, de ser vista como actual en el presente, impulsora y animadora de nuestro carisma en el origen y en el hoy de nuestra historia.

    Así comenzaba la bula "Ad Statum Prosperum", otorgada por el Papa Julio II, el 17 de septiembre de 1511:

    "Julio, obispo, siervo de los siervos de Dios. Para perpetua memoria. Puesta nuestra solicitud, como nos incumbe por el cargo de nuestro ministerio apostólico, en conducir con miras sobrenaturales a próspero y feliz estado los asuntos de las iglesias y de todos los monasterios y de las personas principalmente del sexo femenino, que en generoso servicio se consagran en ellos al Altísimo bajo el suave yugo de la religión y en perpetua clausura, corroboramos de buena voluntad con poder apostólico, siempre que se nos pide, aquellas cosas concedidas en particular por Nosotros y por nuestros antecesores los Romanos Pontífices, y algunas otras que en razón de aquéllas se dice estar loablemente hechas y ordenadas, con el fin de que permanezcan siempre firmes e inalterables, y también concedemos de nuevo otras según vemos que conviene para mayor bien en el Señor".

    Para nosotras, concepcionistas franciscanas el primer acontecimiento protagonizado por este papa es la concesión de este documento. La petición llegó, precisamente, a través de dos importantes monjas de gobierno de la casa de Toledo, el monasterio de la Concepción: la abadesa Catalina Calderón y la vicaria Juana de San Miguel. La concesión de la Regla se hacía para esta casa específica pero se extendía al conjunto de la Orden de la Concepción. Los autores de la misma, fray Francisco Ximénez de Cisneros, un hombre prestigioso en la Curia romana; y su colaborador fray Francisco de los Ángeles Quiñones, custodio de la conocida como custodia de los Ángeles supieron recoger las aspiraciones mostradas por aquellas mujeres en la vivencia de su espiritualidad. El texto se hallaba repartido en doce capítulos, aunque el primero de ellos engloba la grandeza de nuestra vocación: "si alguna alumbrada y llamada del Señor quisiera dejar la vanidad de este siglo y tomar el hábito de esta santa religión y ser desposada con Jesucristo Nuestro Redentor, honrando a la Concepción sin mancilla de su bendita Madre, haga voto de vivir siempre en obediencia, sin propio y en castidad con perpetuo encerramiento".

    Esto es lo que hemos celebrado: La Belleza de este texto, documento jurídico, que sobresale sobre todo por su condición de ser documento de alianza entre el Padre, Cristo, El Espíritu, María Inmaculada, la Iglesia, las hermanas, cada hermana. Documento espiritual, expresión del carisma y vocación de nuestra Orden.

    Y lo hemos celebrado unidas con nuestro Pastor, con nuestros hermanos franciscanos, con tantos sacerdotes conocedores de nuestra vocación y con todo el pueblo de Dios. Eucaristía de acción de gracias, presidida por D. Ricardo que entrelazó en su homilía el cariño profundo por nuestra forma de vida contemplativa-mariana y franciscana, y la esperanza que brota de la comunión construida cada día.

    Escrito por Sor María Ángeles, hermana Concepcionista Franciscana.

    Avé Maria Puríssima !

    Santa Beatriz da Silva

    As Irmãs a seguir

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    Brasil - Galeria _ Fed. Imaculada Conceição

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