Neste Blog quero tentar mostrar o interior de uma grande beleza de coração que foi o de Santa Beatriz, e o Caminho percorrido por todas as suas filhas: as Irmãs Concepcionistas.
outubro 03, 2017
"Compañeras de viaje"
Compañeras de viaje
Por cortesía de un amigo socorrano llegó a mis manos el libro Compañeras de Viaje, recientemente publicado por las hermanas del monasterio de las Concepcionistas con sede en el Socorro.
El libro es un sencillo pero sentido homenaje a las hermanas que voluntariamente ingresaron a sus claustros desde su fundación en el año de 1908 y que dejaron una honda huella tanto al interior del monasterio como en la ciudadanía de la población por su entrega y consagración a la vida de la meditación y al bien común. Con un bello y sentido prólogo del académico Fabio Torres Barrera, el libro recoge la vida y obra de estas hermanas consagradas casi todas desde niñas al culto de los sagrados misterios de la redención, siguiendo el ejemplo de la virgen María, su patrona y modelo a seguir en la búsqueda de la salvación eterna.
Este monasterio construido con la ayuda generosa de muchos ciudadanos de la región, ha podido albergar desde su fundación a muchas niñas de la provincia, deseosas de entregar su vida al cumplimiento y difusión del evangelio, las cuales se encuentran registradas en esta reseña histórica. Con curiosidad pude comprobar que las madres y hermanas Concepcionistas habían llegado de casi todos los municipios cercanos a la provincia –Comunera, San Gil, Mogotes, San Joaquín, Curití, Onzaga y mi pueblo Charalá. De Charalá, ingresaron tres hermanas, todas de apellidos conocidos en la población como Rodríguez Rodríguez, Quiroga León y Quiroga Marín, las dos primeras nacidas en siglo XIX y la ultima en 1931, a quien alcancé a conocer siendo muy niña poco antes de ingresar al monasterio. Con frecuencia se hace y se cuenta la historia de lo que sucede en la plaza pública a la vista de todos, pero se olvida que al interior de los claustros y las viviendas lejos del bullicio del mundo también viven seres que en silencio rezan y piden al cielo por las almas de los vivos y los difuntos y que dedican largas horas al trabajo artesanal para producir obras de inmenso valor que pocas veces valoramos en su justa medida, porque están hechas para dignificar la vida.
Esta obra que fue concebida en conmemoración del año de la Misericordia, ojalá alcance los frutos que sus directoras se propusieron alcanzar para su ministerio.
Autor:
Alfonso Marin